domingo, 4 de noviembre de 2007

"DANTE GARIGLIO - LA HISTORIA DE UN GRANDE"

A modo de introducción
Comparto con ustedes estos pequeños pasajes del libro del cual soy autor: "Dante Gariglio - La Historia De Un Grande" para que a través de la web tengan la oportunidad de conocer parte de la trayectoria deportiva del representante baronense de todos los tiempos.

Dante Antonio Gariglio fue un cazador de sueños que a lo largo de sus 63 años invirtió todas sus energías a cambio de concebir su propia forma de vida.

Las historias lugareñas no deben quedar en el olvido, porque forman parte de nuestra identidad y de nuestra historia.


Dedicatoria

Dedico el libro y el blog, que con tanto esfuerzo y entusiasmo he realizado, a Adhemar René Sallaberry, mi abuelo, quién me ha dejado imborrables recuerdos y con quién sueño reencontrarme algún día. Gracias, abuelo querido, por todo lo que en vida me entregaste. Estarás siempre en mis venas, porque mi sangre es tu sangre; y en mi corazón, donde se aloja lo que siento.
Además, dedico estas publicaciones a todos aquellos que a diario luchan apasionadamente para hacer realidad sus sueños, que son los que mantienen viva la esperanza.


Presentación del libro - Por Eugenio Cosci(*)

El autor de este libro es un joven nacido en este pedazo de tierra pampeana que refleja en él, lejos de acercarse a una biografía, la historia viva de la vida de un deportista que por décadas unió a Colonia Barón y a La Pampa en ese trajinar audaz sobre dos ruedas.
Explicar el porqué de este trabajo destinado a mostrar las facetas más importantes en la vida deportiva de Dante Gariglio, debemos encontrarlo en la incipiente capacidad literaria de quien supo atreverse a bucear y enlazar cada uno de los hechos que hicieron del Dante, un grande de la audacia.
Leandro Sallaberry Martínez tras una breve reseña del origen del motociclismo ingresa con fluidez, con un lenguaje familiar y por momentos emotivo en la vida del Dante.
Las páginas de este trabajo nos llevan, con signos inequívocos de emocionados recuerdos, desde el día en el que desde el vientre de su madre vino al mundo y encontró ese camino que, quizá, jamás pensó en recorrer, pero que fue parte de una trayectoria de vida preñada de sacrificios y de ejemplo deportivo para la juventud de hoy.
Es este un trabajo literario que enaltece al autor, a su protagonista y a la tierra que los vio nacer.
(*) Periodista, Docente y Ex-Director de Canal 3 "La Pampa".

DANTE GARIGLIO COMIENZA A ESCRIBIR SU HISTORIA

Nace la familia Gariglio-Zonta
El 25 de enero de 1936, en la localidad de Anguil, según consta en la libreta de familia, contraen matrimonio Doña Ida Fausta Zonta, hija de Doña Amable Maggiotto y de Don Giordano Zonta, y Don Bartolomé Gariglio, hijo de Don Domingo Gariglio y Doña María Ferminato.
Don Bartolomé instaló en la localidad de Colonia Barón un taller mecánico, de chapa y pintura, al que le anexó pronto venta de repuestos. Además se dedicó a la compra-venta de autos y a la preparación de coches de competición. Mientras tanto, Ida se ocupaba de los quehaceres de la casa. Con la entrada económica que generaba el taller, pudieron pronto tener casa propia. De esta manera, los recién casados fueron forjando una esperanza, un sueño, una familia.El 18 de abril de 1937 nació Gladys Lucia, la primera hija del matrimonio Gariglio-Zonta; sin dudas una gran alegría para los progenitores. Faltaba poco menos de un mes para que la niña cumpliera dos años de edad, cuando el 21 de Marzo de 1939 llegó al mundo Dante Antonio, el segundo hijo del matrimonio.
Las influencias deportivas
Desde pequeño, Dante vivió muy de cerca la pasión por el deporte motor. Pasaba los días de su niñez entre la grasa y prendido de los pantalones de su padre. Don Bartolomé tenía un taller mecánico y, entre otras cosas, preparaba autos de competición. Uno de los recordados pilotos que contaba con su preparación era Cesáreo Cachi Castaño, que competía con un Ford T, armado y desarmado más de una vez dentro del taller mecánico de los Gariglio.
Dante vivió la etapa de su infancia rodeado de un verdadero apasionado por el deporte motor, su padre; que muy pronto le enseñaría el camino que lo conduciría a convertirse en un destacado motociclista que trascendería en el tiempo. La pasión por el deporte siempre ocupó una parte importante en su vida y como ya dije, de niño jugaba a ser motociclista alrededor de un gran aromo que adornaba una plazoleta.
Debut
El 25 de mayo del año 1957 marca un momento significativo para la vida de este hombre por dos motivos especiales: además de ser una fecha patria, revela también el comienzo de la historia deportiva de Dante Antonio Gariglio. Ese día, el señor pasión no tuvo mejor idea que viajar a la vecina localidad de Villa Mirasol para acompañar a un amigo de apellido Trinchieri, quién llevaba consigo una moto vieja. En un escenario improvisado se llevaría a cabo una competencia motociclística que Gariglio había decidido ir a ver.
Una vez que arribó al escenario deportivo, que contaba con ocho cuadras de extensión, Eduardo Smiriglio le ofreció una moto Alpino 175 estándar de calle para correr y aceptó, ignorando que resultaría vencedor de dicha competencia. “Mi debut fue algo que no pasaba por mi cabeza, ya que nunca había participado en una carrera”, comentó Dante varios años después.
En aquella primera aparición en Villa Mirasol, su debut fue a la vez triunfo. En esa competencia, los planilleros y relatores no salían de su asombro al tomar nota de los tiempos de aquel principiante. “En esa oportunidad demostró su real valía pues airoso, comenzó su trayectoria del brazo con la victoria”, expresa un periódico a la semana siguiente.

SUS COMPAÑEROS

En las buenas y en las malas...
La persona se constituye como tal en interacción con los demás. A pesar de que en nuestra esencia somos individuos, vivimos inmersos en una sociedad, es decir, rodeados de otros individuos, con los que compartimos espacios y tiempos, y de los que aprendemos en todo momento mediante un mismo código. Gracias a las relaciones que establecemos con los demás podemos conseguir distintos provechos y satisfacciones. Distanciados de nuestros pares, no podríamos llegar a nada.
Fueron muchas las personas que lo acompañaron durante su exitosa trayectoria deportiva. Por eso es que creo que cada uno de sus méritos también se debe al apoyo constante que recibió. Él solo no hubiese llegado a ninguna parte; por eso me parece fundamental darles un espacio a aquellas personas con las que compartió una época, y con las que logró llevarse a casa, cada una de esas inolvidables victorias.
En el libro "Dante Gariglio - La Historia De Un Grande" se citan párrafos dedicados a la relación que mantuvo Dante Gariglio con quienes lo acompañaron a lo largo de su carrera. Por cuestión de espacio, comparto a través de este blog solamente los nombres: Don Bartolomé Gariglio, Sergio "Toto" Casanova, Ángel "Cholo" Menuet, Horacio Menuet, Edgard "Pato" Gouts, Heraldo "Chiche" Lirio, Ricardo Haag, Roberto Daguerre, Héctor Horacio Hornes, Anibal Messler, Carlos Castaldo, Osvaldo Dolce, Petete y Carlos Campana, entre otros.

INSÓLITAS PRUEBAS

Recuerdos imborrables...
Hay grandes recuerdos, anécdotas y momentos vividos que se van con la muerte de cada ser humano. En cuanto a esto, me parece muy importante sacar a la luz ciertos datos que para muchos de ustedes pueden ser curiosos e interesantes. Por eso mismo es que durante el tiempo que le dediqué a la recopilación de información pude rescatar situaciones muy especiales de las personas con las que conversé detenidamente en algún momento. Lo llamativo es que en cada caso y con la gente que charlé, pude ver una característica común: la profunda admiración y la capacidad memorística al momento de contarme las anécdotas. En varias situaciones creí estar pisando tierra en el lugar de los hechos; creí ver a Dante Gariglio en algún polvoriento circuito; Dante, uno de los representantes locales que traspasó las fronteras de Colonia Barón para constituirse en figura de netos relieves interprovinciales. En su larga actuación en el motociclismo ha obtenido innumerables satisfacciones y en cada una de las pistas ha dejado presente su indudable capacidad y coraje.
Dice un amarillento periódico: “Dante Gariglio en el motociclismo pampeano, fue el Favaloro de la medicina, el Gardel del tango, el Maradona del fútbol, el Fangio del automovilismo, el Monzón del boxeo”. En fin, fue un verdadero ídolo que escribió con pluma elegante, más que una página, un libro de hazañas. La astucia en muchas oportunidades lo acompañó y fue premiada con la admiración y los aplausos de quienes lo vieron girar en tierra. Hay momentos que resultaron ser insólitos; momentos en que cuando un problema se presentaba, aparecía como caída del cielo, o tal vez con la intervención del Chapulín Colorado, una solución que hacía que Dante pudiera sortear el problema, participar de la competencia. “Es lógico que se van aprendiendo cosas, pero corredor se nace. Yo empecé y lo hice ganando; no era de cruzar la motocicleta ni nada por el estilo, la cuerda valía mucho, era fundamental. Si la pista tenía 300 metros, los demás pilotos hacían 350 y yo trataba de hacer los 300” manifestó Dante al Diario La Reforma en una nota publicada el domingo 16 de agosto de 1998.Hubo pruebas muy originales en las que con su buena mecánica y su habilidad conductiva, nuestro representante intervino. A continuación quiero compartir algunas de ellas, quisiera describir todas, pero a veces el tiempo juega en contra al momento de memorizar.

SU RELACIÓN CON EL PERIODISMO

Hechos, no palabras
Durante los casi treinta años de duración que tuvo la trayectoria deportiva de Dante Antonio Gariglio fueron muchas las carreras ganadas, los campeonatos conseguidos y los premios obtenidos. El periodismo, no sólo pampeano sino de una gran cantidad de provincias argentinas, destinó con palabras e imágenes una cobertura importante a su recorrido por el mundo de las motos, pese a que no eran de su agrado los reportajes. De todas maneras, Dante Gariglio se hacía un espacio en sus actividades cuando los profesionales de la comunicación oral, escrita o audiovisual se acercaban para cronicar cada una de las competencias en las que era protagonista.
Dante atendía muy cordialmente a los reporteros que se acercaban a su vivienda en Colonia Barón y a aquellos que en cada competencia querían informar de una manera exclusiva y tener el dato de último momento. Los comunicadores sabían que Gariglio era un poco reacio al periodismo, sin embargo, siempre lo respetaron y lo trataron de la mejor manera posible.
El periodismo de la época ha hecho un importante aporte a la historia de Dante Gariglio, y por ende, al presente libro. En cada titular, en cada nota, en cada foto publicada, se puede observar la admiración que sentían los periodistas, que como cualquier espectador de una competencia en la que intervenía el abuelo, disfrutaba de cada espectacular imagen que los deportistas le regalaban.
El periodismo hizo mucho por Dante Gariglio. Por ello, a cada uno de los comunicadores este reconocimiento, sobre todo, por el respeto con el que se habló del campeón de las motos en todo momento.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Una difícil decisión
En los albores de la década del ‘80 la contracara de la impecable historia deportiva de Dante Gariglio comienza a ser el paso del tiempo, que se instala de a poco en su cuerpo y deja sus huellas. Lentamente su propio cuerpo se convertía en su más temido rival, ya que no respondía como lo hacía antes, y por lo tanto, no le permitía ser el contundente animador de cada competencia.De todas maneras, el abuelo, como solían llamarlo en el ambiente de las motos, seguía participando. Continuaba ganando, incluso a los jóvenes que se iniciaban en este apasionante mundo de las motos. A esta altura quizás sus reflejos no eran los mismos; pero su astucia, su vehemencia, su inteligencia, su entusiasmo, y sobre todo su pasión, eran los mismos; no había días que pudieran cambiarlos.
Cuando transcurría el año 1985, seguramente después de tanto pensar y pensar, y asumiendo que su único rival, el tiempo, le estaba usurpando sus dotes físicos, Dante Antonio Gariglio, la liebre de las motos -como le decían sus allegados en alusión a que los demás pilotos corrían tras él-, toma la difícil decisión de dejar de correr; de abandonar ese sueño del que por tantos años había sido protagonista. Cuando le comunicó su veredicto a sus amigos, entre los que se encontraba Julio Contreras, otro apasionado por el motociclismo, todos se sorprendieron. “Era difícil aceptar que Dante Gariglio no nos iba a representar más”, fue una de las frases que escuché por ahí cuando me dediqué a recopilar datos.
Fue este un duro golpe existencial, sus días se tornaron más tristes. Debía tener valor de aceptar la idea que el motociclismo, a esta altura de su vida, no era para él. Pero al poco tiempo alguien le devolvió la ilusión, le devolvió la esperanza y la alegría de estar nuevamente viviendo de cerca este apasionante mundo de las motos. Fue cuando su hijo Esteban, con sólo 10 años de edad, decide seguir los pasos de su padre; comienza a incursionar en el motociclismo. A partir de aquí, Gariglio mayor nuevamente se interesa en este deporte y asume el compromiso de acompañar a su pequeño hijo e´tigre, como 30 años atrás lo había hecho Don Bartolomé.

PREMIO A SUS LOGROS

El reconocimiento de la gente
Cada uno de los logros de Dante Gariglio durante su trayectoria como representante deportivo no sólo de Colonia Barón, sino de la provincia y el país, se debe a diferentes esfuerzos aunados. Cabe aclarar que “los honores no se consiguen dependiendo de la mirada bondadosa del otro, ni con la más adecuada inserción social; se consiguen simplemente peleando por conseguirlos y ganando la pelea” decía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche -1844-1900-.
Sin duda alguna, el reconocimiento más importante que recibió como premio a su labor fue el cariño de la gente. Muchas personas se acercaron a él por amor a los fierros y terminaron siendo grandes amigos. Él no ha recibido premios monetarios demasiado importantes, aunque alguna que otra vez pudo ganarse unos pesos, pero lo que sí ganó, y a montones, fue el afecto y la admiración. Recuerda Pelo: “Me di cuenta de la gran estima que despertaba en la gente el día que fuimos a Carcarañá -Sante Fe- a un reencuentro de campeones. Cuando estábamos llegando a la ciudad, una importante cantidad de seguidores le dio la bienvenida en las calles. Fue ahí cuando me di cuenta de la admiración que le tenía la gente”. “Tengo una enorme satisfacción: a donde voy, siempre recibo mucho afecto”, comentó Dante al diario “La Reforma” -Nota publicada el domingo 16 de agosto de 1998-.
A Gariglio nunca le gustó contar la cantidad de premios ganados en las competencias; pero cientos de trofeos y copas de todos los tamaños testifican su impecable trayectoria deportiva, e inundan hoy el taller en el que tantas horas y horas pasó Dante Gariglio. En el mismo taller donde no sólo armó y desarmó motores, sino donde también combinó las pinceladas más expertas en cada auto y moto que pintó, demostrando ser un artista con todas las letras. Gran parte de nosotros debe recordar que fue él quién pintó el coche de Fórmula Uno Pampeana con el que participó Juan José Bongiovanni entre los años 1996 y 1999 y consiguió coronarse campeón en 1998.
Dante Gariglio... de las motos... gran señor.